lunes, enero 24, 2005

Hay que seguir hablando.

Las palabras no se superan.
No las superan ni las épocas, ni la historia, ni las revoluciones, ni las personas, ni los hombres, ni las mujeres, ni los y las trastornadas, ni los y las intelectuales ni nada.

Los conceptos no se superan.
No los superan los libros, ni las academias, ni la industria, ni la cultura, ni la ciencia, ni los siglos de los siglos, ni los lustros ni los ilustrados, nada supera un concepto.

Las estéticas no se superan.
No las superan los años, ni los nombres, ni los homosexuales, ni los contadores, ni los artistas ni las aristas.

Así que nadie me puede decir que pasó de moda hablar de imperialismo, de marxismo, de revolución, de utopía, de plusvalía, de la explotación del hombre por el hombre, de la ideología, de que la primera guerra del golfo fue mentira, que seguramente EEUU no llegó a la luna cuando dice que llegó ni de que Sui Generis es música para campamentos, que Bush es malo y Sadam no tanto como dicen, ni que nos dejemos de joder con discursos heredados de una generación frustrada.
Hasta que no superemos todas y cada una de estos conceptos, palabras y estéticas, hay que seguir hablando.
Hay que seguir hablando de imperialismo, globalización y dignidad hasta que se supere.
Hay que seguir hablando de ideologías hasta que se superen de una u otra manera.
Hay que seguir hablando de plusvalía, aunque nunca leamos El Capital.
Hay que seguir hablando del Hombre Nuevo, porque nunca llegó más que un mormón o un pastor evangelista del nuevo milenio.
Hay que seguir hablando de revoluciones porque nunca se hizo una.
Hay que seguir hablando de La Biblia aunque la veamos cerrada.
Hay que seguir hablando de los boletines de Amnistía Internacional aunque leamos solo el título.
Hay que seguir hablando de lo que pasa entre Israel y Palestina.
Hay que seguir hablando de ecología.
Hay que seguir hablando de cómo las multinacionales controlan nuestra vida política y cultural
Sólo el día que se haga todo, se va a poder decir que pasó de moda (la locura) y superar los conceptos, pero mientras, quiero seguir solucionando mi mundo en La Bastilla, con un discurso heredado, gastado y envejecido, pero todavía sin superar.
Dicen que un artículo de Valenti es muy parecido a este conceptualmente. Obviamente no lo levantamos, pero tampoco encontramos ese artículo, así que igual colgamos este de pesados.